Los vehículos con motores diesel, o turbocompresores están despertando un mayor interés por su eficiencia en el consumo de combustible y por su menor emisión de dióxido de carbono, en comparación con los motores de gasolina.
Debido a las nuevas legislaciones en muchos países sobre el control de la contaminación, los motores diesel de última generación ya no contaminan tanto como los anteriores ya que tienen que cumplir con los mismos criterios que los motores de gasolina. Esto se logra con la adición de un filtro de partículas, que elimina el humo visible y la contaminación asociada a éste. Estos filtros tienen una eficacia importante eliminando más del 95 por ciento de la masa de humo.
Y
dentro de la gama de humos invisibles, los turbocompresores
modernos emiten, en realidad, menos dióxido de carbono que los motores de
gasolina.
Con el objetivo de eliminar o reducir la contaminación de
los motores, es que se crean las normas y las reglamentaciones, éstas obligan a
que cada constructor deba trabajar para que sus motores sean menos
contaminantes sin sacrificar el rendimiento.
La regulación sobre las bombas inyectoras de gasoil, son
cada día más importante sobre los vehículos Diesel en general.
Actualmente existen que permiten una adaptación del sistema
de inyección en los turbocompresores, a las normas vigentes en cada país, y a los
distintos tipos de vehículos y aplicaciones.
La optimización casi instantánea de las cantidades de gasoil inyectado contribuye a la disminución de las emisiones contaminantes tales como; los óxidos de nitrógeno; las partículas y los hidrocarburos no quemados.
La unidad de control electrónico o calculador evitan las variaciones demasiado importantes de los niveles de contaminación en función del funcionamiento.
La optimización casi instantánea de las cantidades de gasoil inyectado contribuye a la disminución de las emisiones contaminantes tales como; los óxidos de nitrógeno; las partículas y los hidrocarburos no quemados.
La unidad de control electrónico o calculador evitan las variaciones demasiado importantes de los niveles de contaminación en función del funcionamiento.
El reciclado de los gases de escape, debido a la reducción
de la temperatura de combustión que produce, obtiene un efecto positivo sobre
las emisiones de óxidos de nitrógeno.
Para efectuar la recirculación de los gases, se utiliza una
válvula que permite el reciclado de una parte de los gases, es decir del 30%
como máximo, entre el colector de admisión y el múltiple de escape. Esta
válvula es controlada por una unidad o central electrónica, en donde son
memorizadas las características propias del motor, sin afectar el consumo de
gasoil y la producción de hidrocarburos, los óxidos de nitrógeno pueden ser
reducidos en un 40% aproximadamente.
