Cuando
queremos iniciar una dieta, tenemos que tener en cuenta que poco sirven las que
te quitan todo lo que te gusta comer, que te obligan a comprar productos carísimos
o difíciles de encontrar y que las dieta milagros no existen, pero hay algunos
tips que nos pueden ayudar.
Es
importante que sepamos que la prohibición que imponen algunos métodos de
adelgazamiento sobre no poder ingerir alimentos fundamentales, puede
ocasionarnos un déficit de nutrientes esenciales para nuestro organismo. Esta práctica, además, tiene
el efecto contrario al deseado, el cuerpo siente que no se le están
administrando ciertos nutrientes necesarios para su correcto funcionamiento y
actúa almacenando grasas para futuros periodos de restricción alimenticia.
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La dieta
debe ser variada. No hay que olvidar ningún grupo de alimentos.
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Lo más
saludable es perder entre medio y un kilo semanal.
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Repartir las
comidas en seis comidas diarias.
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El desayuno
ha de ser fuerte. El mejor desayuno aporta entre un 20 y un 25% del aporte
calórico diario.
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Hay que
cenar pronto. Al menos dos horas antes de acostarse. Por la noche el
metabolismo se ralentiza y los alimentos se acumulan como grasas más
fácilmente.
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El agua es
fundamental. Hay que beber unos dos litros diarios.
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Comiendo los
mismos alimentos sin sal se pierde peso y se gana en salud.
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Usar aceite
de oliva en las comidas. Una cucharada al día no aporta muchas calorías y ayuda
a mantenerse sano.
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Las grasas
son enemigos de la dieta. Aportan demasiadas calorías. Por ello se recomienda
cocinar al vapor, a la plancha y utilizar el microondas. La cocina natural
además es más sana y mantiene mejor las vitaminas y minerales de los alimentos.
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Pesarse una
vez semanalmente sin ropa y en ayunas. Perder peso es un logro progresivo.
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No picar
entre horas. Lo mejor es comer trocitos de fruta, yogures descremados, etc. que
calman el hambre sin consumir calorías.
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Limitar el
consumo de alcohol, sobre todo después de comer.
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Masticar los
alimentos tranquilamente. Comer despacio hace que se saboree mejor la comida y
además consigue que se coma menos. El cuerpo reacciona con señales de saciedad
a los veinte minutos de comenzar a comer. Así, se ingiere sólo lo necesario.
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El deporte
es fundamental. El ejercicio físico siempre elimina grasas y quema calorías.
Además tonifica el organismo. Es una garantía de salud.
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El consejo
de un especialista en nutrición ayuda a marcarse objetivos realistas. Además
seguirá la evolución de la dieta.

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