viernes, 11 de enero de 2019

Cómo funciona un motor turbo

En el funcionamiento básico de un motor turbo se aprovechan los gases generados por el motor para impulsar más potencia y aumentar las revoluciones a la que trabaja. Es necesario enfriar dichos gases para evitar que el sistema se caliente. Así, al enviarse aire frío al motor con el turbo, ocupa menos espacio y entra más cantidad.
La potencia que genera un motor depende básicamente de la cantidad de oxígeno que es capaz de hacer reaccionar con el combustible, por lo que cuanto más aire puede bombear una mecánica, más fuerza tiene.
Hay dos formas de conseguir que en un motor entre mucho aire, una es aumentando el volúmen interno para que quepa la mayor cantidad posible o comprimir el aire para que sea capaz de entrar mucho en una cilindrada pequeña.
Esta última alternativa es lo que se conoce como sobrealimentación  y se consigue comprimiendo el aire antes de meterlo en los cilindros. Para ello se emplean diferentes dispositivos, siendo el más utilizado el turbo.
Un turbocompresor es un compresor que es accionado por una turbina que consta de dos molinillos (turbinas) unidos a un mismo eje. Uno de los lados del eje está en contacto con los gases de escape que, al salir calientes y a cierta presión del motor, hacen girar la turbina del mismo modo que un molino de viento de juguete cuando soplamos sobre sus aspas. La turbina del otro lado del eje está en el canal del aire que entra al motor y al girar solidaria con la que está del lado del escape, empuja el aire de admisión generando una presión.
Fuentes: Autocasión (autocasion.com)

               El Blog de Endado (endado.com)



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